miércoles, 16 de septiembre de 2009

El cielo de Klara María

Ayer pensé que el cielo de Klara María estará poblado de perros. Perros por todas partes corriendo y saltando, y así ella estará tan contenta como en el parque.


Por desgracia, no durmió bien. Así que no hemos dormido ninguno bien. Cuando he vuelto a casa, un poco más tarde que de costumbre por una reunión, la pobre estaba de un humor de.... perros. Y yo mismo he sufrido el mismo humor en la guardería: al pobre Filip le he exigido en un tono que no daba lugar a réplicas que se pusiera de una vez los calcetines, a los que llevaba paseando de un lado a otro durante media hora y que, pues le inutilizaban una mano, hacían que provocara más desorden que el de costumbre. El pobre, que además es medio sordo, intentaba explicarme algo pero yo no lo escuchaba:

- ¡Los calcetines! pon-te-los-cal-ce-ti-nes -le decía

Y él lo intentaba pero me hacía muecas que solo tras un rato he conseguido interpretar; muy bajito me estaba diciendo pomagaj me, que significa ayúdame. No sabía ponerse solos los calcetines. Pobre diablo.





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