jueves, 8 de octubre de 2009

La necesidad

Creo que la necesidad hace mucho. Cuando los amigos se necesitan, son más amigos. Cuando necesitas un minuto más, ese minuto está más lleno de cosas. Necesitas calma en medio de la tormenta, y la tormenta en medio de la calma.



Pero esos días en los que... no, no esos días, digo esas semanas, esos meses, esos años y esas vidas en los que todo viene dado, en los que tan solo hay unos cuantos cebos para seguir hacia adelante pero... hablo de esos tiempos en donde las cosas transcurren con normalidad. Con una cierta paz, con un flujo suave. Y la mirada que te devuelve el espejo es la de la silla, la de la ventana con una eterna manchita que nadie limpia, la de la piedra inmóvil. La mirada que te devuelve se difumina en una realidad nebulosa, incolora. ¿Quién eres tú? ¿Quién? Apenas llega el eco de la pregunta.

Dame, Dios mío, necesidad de ti. Que sienta hambre, sed, desespero, pérdida. Dame un corazón con el que amarte, dame la cruz que, aunque nada entienda de ella, al menos será un camino para reencontrarte. Hazme pedir, hazme pequeño, hazme desear.

No me dejes solo en mi apatía, en mi fría soledad.

sábado, 3 de octubre de 2009


Dos de Octubre

Ayer fue el aniversario de la fundación del Opus Dei. Durante unos años -desde que tuve quince hasta poco después de los 19 años, en segundo de carrera- estuve como numerario de la Obra. Han pasado algunos años, pero ahí queda esto: gracias Señor, Dios del Amor, por todas las gracias que has puesto en la "Obra de Dios". Muchas cosas quedan por mejorar, pues nada en la Iglesia está exento de las taras que ésta posee, pero muchas maravillas surgen ahí con extraordinaria pureza. Hoy cuento con unos cuantos amigos numerarios. Gracias por ellos.

Cuida, Jesús, a tu Iglesia, al Opus Dei. Cuídame a mí, cuida a mi familia. Ten piedad de nosotros y haznos ver y creer en tu misericordia y así cambiarán nuestros corazones.

Feliz aniversario, Opus Dei.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

El cielo de Klara María

Ayer pensé que el cielo de Klara María estará poblado de perros. Perros por todas partes corriendo y saltando, y así ella estará tan contenta como en el parque.


Por desgracia, no durmió bien. Así que no hemos dormido ninguno bien. Cuando he vuelto a casa, un poco más tarde que de costumbre por una reunión, la pobre estaba de un humor de.... perros. Y yo mismo he sufrido el mismo humor en la guardería: al pobre Filip le he exigido en un tono que no daba lugar a réplicas que se pusiera de una vez los calcetines, a los que llevaba paseando de un lado a otro durante media hora y que, pues le inutilizaban una mano, hacían que provocara más desorden que el de costumbre. El pobre, que además es medio sordo, intentaba explicarme algo pero yo no lo escuchaba:

- ¡Los calcetines! pon-te-los-cal-ce-ti-nes -le decía

Y él lo intentaba pero me hacía muecas que solo tras un rato he conseguido interpretar; muy bajito me estaba diciendo pomagaj me, que significa ayúdame. No sabía ponerse solos los calcetines. Pobre diablo.





lunes, 14 de septiembre de 2009

Desvestirse

Volví hace unos días de Roma, a donde fui para los exámenes de filosofía. A la vuelta, me ha parecido ver claro que no debo seguir estudiando, al menos no este año. Tengo la impresión de que hay muchas cosas donde me había empeñado en ser. Pero yo no estoy allí, y no será allí donde haya de buscarme.


Klara María está encantadora. Le gusta estar con la mano en la boca, pero aún le gusta más gritar y comunicar y jugar.

Este domingo estuvimos de excursión, y Mateja y yo discutimos sobre bastantes cosas. Somos diferentes, y encontrar el medio lleva su tiempo y tiene su gracia.


El que ahora esté escribiendo se debe al plan semanal que hemos hecho; de alguna forma, estoy obligado a escribir, aunque sea en este blog. Drugače hoy comencé la novela de Juan Ramírez.

Cada día uno de nosotros se encarga de dormir a Klara María.
Lo hacemos así: le leemos un cuento (generalmente el mismo, los tres cerditos, aunque hoy introduje la variante de ... zlatolaska, o algo así en esloveno, no recuerdo en español. Es una niña rubia con trenzas que acaba en casa de unos ositos y se dedica a probar las tres fuentes de sopa, las tres sillas y las tres camas. Una es del padre, otra de mamá oso y la otra del pequeño, que es el que se queda sin sopa, con la silla rota y la cama ocupada.


Después de leer el cuento, apagamos la luz y ella se acuesta sola y captura tu mano. En ese momento debes cantar algo y, poco a poco, desasirte de su presa, pues en la cuna solo hay sitio para ella).

Continúo leyendo el diario de Etty Hillesum, ahora estoy en las cartas que envió desde el campo de concentración.





Quisiera poder expresarme como ella, quisiera poder dejar ver a Dios tan claro como ella lo hizo. Cada día, cada día, y solo miro lo que tengo debajo de los pies, lo que me rodea y siento con la piel, con las manos, con los ojos, lo que oigo, lo que gusto. Pero todo lo condimento con mi visión cerrada de la vida. No dejo que el viento hable solo, que el frío me penetre en los huesos, que el cansancio se apodere de mí. Siempre estoy en medio...

Pero ahora tendré este tiempo dedicado a las voces del silencio. Escribo y comienzo a encontrarme. Hay un hilo y Tú estás al otro lado. Bendito seas, Señor. Ten piedad de mí.


sábado, 20 de junio de 2009

Pasando a ordenador VEN

Estoy en plena cuenta atrás. El quince de Julio debería enviar la novela. Y ahora corro para pasarla a ordenador y corregir los fallos. Me parece lenta, los diálogos se me hacen artificiales, no toco a la persona que se supone que hay detrás. Escribo y escribo.

Mateja me ha dicho que tal vez, una vez que esté toda pasada, pueda resumir los tres primeros capítulos en uno solo. Me duele pensar en tales recortes y me cuesta plantearme tales arreglos, pero creo que es una buena idea. Veremos.




miércoles, 10 de junio de 2009

Nunca saco tiempo para escribir.

Ahora he terminado la novela "VEN". La estoy pasando a ordenador y el tiempo... el tiempo corre. Este sábado iremos al zoo, espero, con la familia Grum. Ayer estuvimos bebiendo champagne en el jardín con Jurgen y Barbara, nuestros vecinos. ¿Qué celebrábamos? Nuestra respuesta estaba preparada: nada. Pero yo había recibido en el trabajo el pago de unas horas que hice antes de noviembre...

Klara María sonríe y mira y se divierte y llora y comunica por cada poro de su piel. Todos sus mensajes son divertidos, tiernos y duros, ¡tan reales!.

Queremos tener otro niño. El deseo es una de las puertas por las que el milagro se reconoce. Milagro es cada vida, supongo. Pero milagro seguro, maravilla de la naturaleza, es un hijo, es Klara María, es lo que vendrá, es nuestra unión. Milagro es la vida que se desea. Y el milagro vivido está oculto. Ése es el ahora. Es Mateja. Eres tú Señor, bendiciéndonos.





domingo, 1 de marzo de 2009

En una cabaña

Desde el silencio de una cabaña se podrían llegar a muchas conclusiones.
Pero situémosla: Que sea una cabaña bien alejada de gentes y de ruidos. Que tenga poco mobiliario. Tal vez un ventanuco, un poco de luz, que no haga frío. Tampoco calurosa, solo agradable.
Y un cojín en el suelo. Fuera se podría oír silbar el viento. Silba con algo de lejanía. Melancólico, dulce. El día declina. Nuestra barriga habrá de estar algo insatisfecha. Pero será un hambre controlada, meditada, porque sabremos que no puede ser calmada, que no hay comida al alcance.
Así que, en este cuadro bucólico, tengamos los ojos ora medio cerrados, ora bien abiertos para ver la cabaña o la esquina negruzca que suponemos que algún día fue o será la casita del ratón. Y pensaremos en lo siguiente:

- Que la Tierra está perdida en un pequeño Sistema Solar. Claro que para nosotros el Sol es enorme, pero en el fondo éste no es más que una estrellita. Y la Tierra se mueve y con ello se muere, gira alrededor de sí misma y del sol. Comenzó la danza y un día la acabará. A veces tropieza o cambia el paso: su eje hace cosas raras y los climas de la Tierra se resienten. Pero tranquilos. Quietos en la cabaña. Abramos un poco los ojos. Allí estamos, nuestra tranquila vida humana imagina, sueña, se nutre de lo posible y de lo imposible.

- Que nuestros enamoramientos y apasionamientos de niñez, adolescencia y madurez no pasaron de ser movimientos tormentosos con algo de febril e irreal, lejos de la calma de la existencia. Lejos de la cabaña.

- Que nada hay tan dramático en la vida. A ella entramos sin memoria del útero y sin planes para lo que se nos viene encima; y de ella saldremos de otra forma y en un ataúd. Lo dice Jean Vanier: indefensos para comenzar la vida, indefensos para salir de ella. Pequeños, perdidos en la inmensidad de Sus manos.

- Tanto deseo de saber, de estudiar, de colmar la ignorancia, de dejar algo para la posteridad... no, no vale la pena, nada hay de bello en el estudio, nada de mediocre en la ignorancia, nada de magnífico en el descubrimiento. De verdad, nada de magnífico en el descubrimiento. Movimiento tormentoso con algo de febril e irreal, lejos de la cabaña.

- Y no hay mejor templo que el de la soledad y el silencio. Allí sí que puede uno escuchar y escuchar su propia condición. En ella no hay adjetivos grandes ni pequeños, tan solo existencia. Mmmm.

- Jesús nació en Belén. Y lo único que mostró fue el sagrado misterio de lo cotidiano, donde puede uno vivir en el amor. Y ese es el nombre del Padre: Amor.

- Así que todo está bien. La cabaña es pequeña, el ventanuco apenas deja ver un trocito de cielo, el suelo sucio y el cojín incómodo. Pero respiramos. Ahora con la imaginación, leyendo estas letras. Pero respiramos profundamente, nos palpamos un poco la existencia y podemos darnos por satisfechos porque la Vida es posible y porque ya estamos en ella.

domingo, 22 de febrero de 2009

Jimi Hendrix, Gilgamesh y el mito del Evangelio.


Y reescuchando a Jimi Hendrix, su disco „Are you experienced?“... uno se pregunta, a la par que el músico, si realmente está experimentado... los sonidos son raros, de una electricidad barroca, y parece que descendieran en espiral hacia la pregunta. La pregunta queda como en un vacío, como flotando en un mar de incomodidades que, de alguna manera, se amortiguan entre sí. But first, are you experienced? Have you ever been experienced? Well, I have.

 ¿Quién no se cree experimentado? Si de todos los sabores de la vida fuera necesario resaltar uno de ellos, posiblemente fuera el relativo a la experiencia. Parece que allí estuvieran preñados los mil sentidos dispares que uno se encuentra al volver la vista atrás, y ver el camino que nunca ha de volver a pisar. Y todos los sentidos acumulados en el acaecer de la vida parecen extrañamente compenetrados en el interior del corazón: dolor y alegría, luchas, tormentas y descansos, dar y recibir, vivir, vivir.

Pero hablar de la experiencia resulta muy difícil, si no imposible. Los libros la imitan como las marionetas imitan al mundo real...fue la lección de Alonso de Quijano. La verdadera experiencia no puede señalarse con el dedo o con unas bien escogidas letras. Y, sin embargo, es allí donde se cuece el núcleo de la conciencia y desde donde parte cada plan vital. Cada hombre lleva consigo su propio plan vital: un plan vestido de determinación y constancia, aún cuando carezca de ellas; un plan con algún tipo de justificación ética, pues así se cobra en valor; un plan egoísta, de desarrollo personal; un plan voraz destinado a calmar el hambre con el que la existencia nos alimenta cada día. 

Los suicidas no rehúsan la vida: la buscan. 

But first, are you experienced? 

Una de los escritos más intensos que nos han llegado de la Antigua Mesopotamia es el del mito de Gilgamesh. Parece que éste fue un personaje real alrededor del cual se creó un interesante mito. 

Según cuenta éste antiguo poema, Gilgamesh era el tirano de Uruk. Los habitantes de la ciudad claman al gran dios del cielo contra él: no lo pueden soportar más. Así que los astilleros divinos se encargan de crear y mandar a alguien para que se ocupe del asunto. Mandan a un elegido, Enkidu, un ser semianimal creado para la ocasión que semejaba a aquel al que se debía enfrentar. El rey Gilgamesh, sabiendo de su venida, le mandó a una prostituta con la que el héroe yació durante unos cuantos días, mientras la mujer intentaba convencerle de los beneficios de una vida pacífica. Finalmente, aquel que fuera destinado a su destrucción se convierte en el mejor amigo del rey Gilgamesh. Éste y Enkidu realizan juntos diversas hazañas. En una de sus aventuras una diosa cae enamorada del rey tirano; aquel la despecha y la diosa se venga con un toro terrible y destructor con el que acaba Enkidu. Como castigo por la muerte del animal y por su fidelidad a Gilgamesh, Enkidu cae enfermo y muere.

La muerte de Enkidu fue un varapalo para Gilgamesh. Apenado por la muerte de su amigo, decide no enterrarle:

Enkidu, al que yo amaba entrañablemente,
Que conmigo había franqueado tantos obstáculos.
Se ha ido al destino del hombre,
Yo he llorado por él días y noches,
No permití que se le enterrase
-para ver si mi amigo se levantaba ante mis lamentos-

Como el cuerpo comienza a descomponerse, finalmente lo entierra y toma la siguiente resolución: buscar la inmortalidad. Pero aquellos con los que se encuentra tratan de disuadirlo: la muerte es el destino de los hombres. Es un destino real. Gilgamesh teme a la muerte. Ésta es ineludible. 

Gilgamesh llega a la casa de Utnapishtim, el hombre más anciano del mundo y el protagonista y sobreviviente del diluvio. Aunque éste también trata de disuadirlo, finalmente su esposa le obliga a revelarle a Gilgamesh el secreto de la inmortalidad: se trata de una planta submarina. Gilgamesh logra encontrarla pero en su camino de vuelta la pierde, pues una serpiente se la roba. La conclusión del poema es el recordatorio sobre lo inevitable de la muerte; nada existe que logre evitarla, pues así es el hado de los hombres.

La historia, pese a lo fantástico, tiene un sabor especial, intenso. Es una historia que transpira el sabor de la experiencia real y que contiene muchos de los elementos que uno quisiera para su propio plan vital: amistad, resolución, vivencia, búsqueda, rebeldía... las decisiones del héroe dejan entrever su conciencia. La muerte se impone sobre cualquier plan, cualquier resolución y sobre la intensidad de la autoconciencia. Es una ola que, una vez pasada, deja la arena lisa, húmeda, fresca, nueva, dispuesta para nuevas historias. Nadie pidió nacer y nació. Nadie pide entrar en la vida.

La Biblia, en numerosas y bien conocidas ocasiones, también utiliza un lenguaje mítico. Y este trasciende el de la imaginación, porque alcanza el nivel de la conciencia, de la indeterminación, del proyecto vital, de la soledad de cada persona y de su relación con un Creador que poco a poco se va definiendo a través de la historia de Israel: Dios habla y el hombre escucha y actúa en consecuencia. Ésa es la Biblia.


But first, are you experienced?


Según Marvin Harris, el personaje y las enseñanzas de Jesús habrían sido trastocados tras la destrucción de Jerusalén y el derrumbe de los sueños mesiánicos: si en un principio éste había sido un Mesías más entre otros anunciando la rebelión, posteriormente sus biógrafos y la imaginación popular habrían elegido resaltar o cambiar el mensaje hacia un universalismo pacifista; los cristianos-judíos que habitaban en Roma y en otras urbes habrían obviado hasta dejar en el olvido los supuestos componentes de mesianismo militar de Jesús. El método con el que este investigador trabaja semeja el de la triangulación de los satélites de los GPS: dadas todas las coordenadas históricas de alrededor, los evangelios son una auténtica anomalía. E incluso en ellos es posible seguir la pista del militarismo de Jesús en algunas expresiones. 

Pero las letras y la historia son solo la primera capa del Evangelio. Al igual que en el poema de Gilgamesh, de allí surgen historias y enseñanzas con las que consolar y dar sentido a los desencuentros cotidianos. Pero eso no es todo. Más allá de sus coordenadas históricas y de sus componentes mítico-apologéticos, en el Evangelio queda reflejada la conciencia de Jesús a través de su experiencia vital. El Evangelio presenta con ello un menú e invita a degustarlo: el menú es el amor, y la degustación es la propia vida. No basta con nombrar al amor o sentirlo con mayor o menor intensidad. Es una pequeña semilla a la que hay que regar con la vida. Íntimamente ligado a esta, no hay quien describa al amor con palabras. 

No hay buenas perspectivas para los espíritus que creen en la razón como en algo todopoderoso, pues no hay nada que hacer con el Evangelio salvo vivirlo. Esto se escapa a las coordenadas simbólicas con las que la razón puede jugar.

Habría por ello que eliminar los símbolos, que queden todos los espacios en blanco, animar al lector a dejar de leer estas letras y salir a la calle con los ojos cerrados y el corazón dispuesto a escuchar. Nadie sabe qué cosa se esconde detrás de lo desconocido. El futuro es una posibilidad, tanto en la vida como en el conocimiento. ¡Cómo cambiamos a lo largo de la vida! ¿Qué media entre los diez, los veinte y los cincuenta años? ¿Qué media entre nacer y morir?

But first, are you experienced?

Dejarlo todo y buscar la pobreza, no temer la debilidad y soñar con el que se dijo Hijo de Dios, abrirse al cambio y a la indeterminación, ser amante del enemigo, dejarse conquistar por el amor sin siquiera entenderlo, dar la vida por los amigos y regalar mil segundas oportunidades, no buscar cómo de bella es la propia conciencia sino... vivir, vivir. El Evangelio es una verdad y un camino: como verdad da la respuesta final, pero no basta con saberse las lecciones. El amor no es conocimiento, sino arte, trabajo y humildad. Es un camino: se pierde, se busca, se desea...

I know, I know, you'll probably scream and cry
that your little world won't let you go
But who in your measly little world,
are you tryin' to prove to that you're
made out of gold and, can't be sold
So, are you experienced?
Have you ever been experienced? 
Well, I have