Y reescuchando a Jimi Hendrix, su disco „Are you experienced?“... uno se pregunta, a la par que el músico, si realmente está experimentado... los sonidos son raros, de una electricidad barroca, y parece que descendieran en espiral hacia la pregunta. La pregunta queda como en un vacío, como flotando en un mar de incomodidades que, de alguna manera, se amortiguan entre sí. But first, are you experienced? Have you ever been experienced? Well, I have.
¿Quién no se cree experimentado? Si de todos los sabores de la vida fuera necesario resaltar uno de ellos, posiblemente fuera el relativo a la experiencia. Parece que allí estuvieran preñados los mil sentidos dispares que uno se encuentra al volver la vista atrás, y ver el camino que nunca ha de volver a pisar. Y todos los sentidos acumulados en el acaecer de la vida parecen extrañamente compenetrados en el interior del corazón: dolor y alegría, luchas, tormentas y descansos, dar y recibir, vivir, vivir.
Pero hablar de la experiencia resulta muy difícil, si no imposible. Los libros la imitan como las marionetas imitan al mundo real...fue la lección de Alonso de Quijano. La verdadera experiencia no puede señalarse con el dedo o con unas bien escogidas letras. Y, sin embargo, es allí donde se cuece el núcleo de la conciencia y desde donde parte cada plan vital. Cada hombre lleva consigo su propio plan vital: un plan vestido de determinación y constancia, aún cuando carezca de ellas; un plan con algún tipo de justificación ética, pues así se cobra en valor; un plan egoísta, de desarrollo personal; un plan voraz destinado a calmar el hambre con el que la existencia nos alimenta cada día.
Los suicidas no rehúsan la vida: la buscan.
But first, are you experienced?
Una de los escritos más intensos que nos han llegado de la Antigua Mesopotamia es el del mito de Gilgamesh. Parece que éste fue un personaje real alrededor del cual se creó un interesante mito.
Según cuenta éste antiguo poema, Gilgamesh era el tirano de Uruk. Los habitantes de la ciudad claman al gran dios del cielo contra él: no lo pueden soportar más. Así que los astilleros divinos se encargan de crear y mandar a alguien para que se ocupe del asunto. Mandan a un elegido, Enkidu, un ser semianimal creado para la ocasión que semejaba a aquel al que se debía enfrentar. El rey Gilgamesh, sabiendo de su venida, le mandó a una prostituta con la que el héroe yació durante unos cuantos días, mientras la mujer intentaba convencerle de los beneficios de una vida pacífica. Finalmente, aquel que fuera destinado a su destrucción se convierte en el mejor amigo del rey Gilgamesh. Éste y Enkidu realizan juntos diversas hazañas. En una de sus aventuras una diosa cae enamorada del rey tirano; aquel la despecha y la diosa se venga con un toro terrible y destructor con el que acaba Enkidu. Como castigo por la muerte del animal y por su fidelidad a Gilgamesh, Enkidu cae enfermo y muere.
La muerte de Enkidu fue un varapalo para Gilgamesh. Apenado por la muerte de su amigo, decide no enterrarle:
Enkidu, al que yo amaba entrañablemente,
Que conmigo había franqueado tantos obstáculos.
Se ha ido al destino del hombre,
Yo he llorado por él días y noches,
No permití que se le enterrase
-para ver si mi amigo se levantaba ante mis lamentos-
Como el cuerpo comienza a descomponerse, finalmente lo entierra y toma la siguiente resolución: buscar la inmortalidad. Pero aquellos con los que se encuentra tratan de disuadirlo: la muerte es el destino de los hombres. Es un destino real. Gilgamesh teme a la muerte. Ésta es ineludible.
Gilgamesh llega a la casa de Utnapishtim, el hombre más anciano del mundo y el protagonista y sobreviviente del diluvio. Aunque éste también trata de disuadirlo, finalmente su esposa le obliga a revelarle a Gilgamesh el secreto de la inmortalidad: se trata de una planta submarina. Gilgamesh logra encontrarla pero en su camino de vuelta la pierde, pues una serpiente se la roba. La conclusión del poema es el recordatorio sobre lo inevitable de la muerte; nada existe que logre evitarla, pues así es el hado de los hombres.
La historia, pese a lo fantástico, tiene un sabor especial, intenso. Es una historia que transpira el sabor de la experiencia real y que contiene muchos de los elementos que uno quisiera para su propio plan vital: amistad, resolución, vivencia, búsqueda, rebeldía... las decisiones del héroe dejan entrever su conciencia. La muerte se impone sobre cualquier plan, cualquier resolución y sobre la intensidad de la autoconciencia. Es una ola que, una vez pasada, deja la arena lisa, húmeda, fresca, nueva, dispuesta para nuevas historias. Nadie pidió nacer y nació. Nadie pide entrar en la vida.
La Biblia, en numerosas y bien conocidas ocasiones, también utiliza un lenguaje mítico. Y este trasciende el de la imaginación, porque alcanza el nivel de la conciencia, de la indeterminación, del proyecto vital, de la soledad de cada persona y de su relación con un Creador que poco a poco se va definiendo a través de la historia de Israel: Dios habla y el hombre escucha y actúa en consecuencia. Ésa es la Biblia.
But first, are you experienced?
Según Marvin Harris, el personaje y las enseñanzas de Jesús habrían sido trastocados tras la destrucción de Jerusalén y el derrumbe de los sueños mesiánicos: si en un principio éste había sido un Mesías más entre otros anunciando la rebelión, posteriormente sus biógrafos y la imaginación popular habrían elegido resaltar o cambiar el mensaje hacia un universalismo pacifista; los cristianos-judíos que habitaban en Roma y en otras urbes habrían obviado hasta dejar en el olvido los supuestos componentes de mesianismo militar de Jesús. El método con el que este investigador trabaja semeja el de la triangulación de los satélites de los GPS: dadas todas las coordenadas históricas de alrededor, los evangelios son una auténtica anomalía. E incluso en ellos es posible seguir la pista del militarismo de Jesús en algunas expresiones.
Pero las letras y la historia son solo la primera capa del Evangelio. Al igual que en el poema de Gilgamesh, de allí surgen historias y enseñanzas con las que consolar y dar sentido a los desencuentros cotidianos. Pero eso no es todo. Más allá de sus coordenadas históricas y de sus componentes mítico-apologéticos, en el Evangelio queda reflejada la conciencia de Jesús a través de su experiencia vital. El Evangelio presenta con ello un menú e invita a degustarlo: el menú es el amor, y la degustación es la propia vida. No basta con nombrar al amor o sentirlo con mayor o menor intensidad. Es una pequeña semilla a la que hay que regar con la vida. Íntimamente ligado a esta, no hay quien describa al amor con palabras.
No hay buenas perspectivas para los espíritus que creen en la razón como en algo todopoderoso, pues no hay nada que hacer con el Evangelio salvo vivirlo. Esto se escapa a las coordenadas simbólicas con las que la razón puede jugar.
Habría por ello que eliminar los símbolos, que queden todos los espacios en blanco, animar al lector a dejar de leer estas letras y salir a la calle con los ojos cerrados y el corazón dispuesto a escuchar. Nadie sabe qué cosa se esconde detrás de lo desconocido. El futuro es una posibilidad, tanto en la vida como en el conocimiento. ¡Cómo cambiamos a lo largo de la vida! ¿Qué media entre los diez, los veinte y los cincuenta años? ¿Qué media entre nacer y morir?
But first, are you experienced?
Dejarlo todo y buscar la pobreza, no temer la debilidad y soñar con el que se dijo Hijo de Dios, abrirse al cambio y a la indeterminación, ser amante del enemigo, dejarse conquistar por el amor sin siquiera entenderlo, dar la vida por los amigos y regalar mil segundas oportunidades, no buscar cómo de bella es la propia conciencia sino... vivir, vivir. El Evangelio es una verdad y un camino: como verdad da la respuesta final, pero no basta con saberse las lecciones. El amor no es conocimiento, sino arte, trabajo y humildad. Es un camino: se pierde, se busca, se desea...
I know, I know, you'll probably scream and cry
that your little world won't let you go
But who in your measly little world,
are you tryin' to prove to that you're
made out of gold and, can't be sold
So, are you experienced?
Have you ever been experienced?
Well, I have
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