En el cómic, el Príncipe Valiente acaba con una familia real tirana. Los antiguos siervos, viéndose libres del yugo, están a punto de desmadrarse. Entonces el Príncipe piensa "la libertad está para quien se la gana" o algo así. Me gustó mucho y me dio las claves para entender esto.
Hay que diferenciar entre los que vienen a trabajar (y a levantar tanto nuestro país como aquel del que provienen) y los que vienen a aprovecharse del sistema o, incluso, a hacer daño. Aunque estos últimos sean minoría, son los que más ruido hacen (esta verdad se comprueba muy bien en las aulas, basta con tres insoportables para hacer que toda la clase de 40 lo sea) ¿Cómo hacerlo?
Yo vivo en un país de Europa cuya lengua desconocía antes de venir. La he tenido que aprender por las bravas. Y en general no me parece indignante que yo no tenga los mismos derechos que un local: una sociedad debe defender a los suyos antes que a nadie. Yo soy un extranjero, un emigrante. Mi valor está en mi trabajo, ese es un lenguaje universal.
Propongo tres cosas conjuntas, como las patas de una mesa. Creo que la mesa no sería estable si faltara una de las patas: 1) crear centros de enseñanza (y no de internamento); 2) crear un listón de exigencia alto y 3) reclutar a la gente en los países de origen.
Voy a explicar las tres cosas:
1. En cualquier país europeo hay profesiones más o menos demandadas. Algunas de ellas no requieren ser un as de las matemáticas ni nada parecido, como ser camarero o peón de obra. Pero prácticamente todas implican dominar la lengua del país. Basándose en un estudio del mercado y sus necesidades, crearía centros de enseñanza OBLIGATORIA compuestos por INTERNOS de cara a conseguir lo que un nacido en el país tiene por defecto. Y durante un tiempo, ponle seis meses. Por ejemplo: una persona llega de Turkeistán y desea tener todos los derechos de un nacido en el país. Viendo sus capacidades (pongamos que es analfabeto) se le mete en un curso para ser camarero. Es un curso avanzado, como para salir de él siendo el mejor camarero del mundo. Solo el 70% de los estudiantes lo aprueban y pasan a la siguiente fase. El que falla, es devuelto a su país (aunque NO ha perdido el tiempo en su experiencia y algo habrá aprendido que le sirva a la vuelta). Y durante el tiempo que está aprendiendo tiene la obligación de vivir en el centro de internamiento (en plan militar, sí) y de hablar con sus compatriotas (no con la familia más cercana) la lengua local. Puede tener como puntos, como en el carnet de conducir. ¿Habla en su lengua con compatriotas? Se le restan puntos ¿No duerme en el centro de internamiento? También se le restan. ¿Tiene demasiados pocos puntos o negativos? Pues a casa, no puede acceder al país durante un tiempo. Los "centros de internamiento" contemplarían albergar familias, separar por sexos, escuelas para los niños, etc. Además, comida diaria.
2. Crear un listón de exigencia alto: ya lo he comentado en el punto anterior: el que no pase de los estándares puestos, que no implican más que TRABAJAR DURO, es enviado de vuelta. ¿Y si solo es un miembro de la familia y los demás si pasan? Habría que ver cada caso, aunque existiera una compensación por otros miembros de la familia, dicha compensación no sería absoluta. Una cosa es aprobar con un 4 y otra con un 2.
3. Reclutar en los países de origen: la gran lacra de todo este número son los muertos y los mafiosos que se aprovechan de la desesperación de otros. Creo que se podrían crear centros de reclutamiento en los países de origen, de forma de que todo el que quiera entrar legalmente en el país pueda hacerlo. En el ejemplo de antes, habría un centro de reclutamiento en un pueblo perdido de Turkeistán (no en la capital) o en un par de pueblos. Nadie está obligado a ir, pero el centro paga el billete (no tiene por qué ser en avión), ficha al que quiere ir legalmente y juega en limpio con los dos puntos anteriores.
Cualquier familia se mataría por una oportunidad así. Cualquier trabajador también: ¿6 meses aprendiendo el idioma y un oficio y luego ya está? Solo los que no quieran trabajar legalmente huirían del sistema.
Lo de acoger los barcos de inmigrantes están muy bien... pero solo son tiritas ante un problema acuciante.
Bueno, esta es mi propuesta. Le voy a dar un nombre para que sea más fácil de comunicar: propuesta ULISES.