martes, 22 de mayo de 2007

El aniversario

En Eslovenia ya han pasado más de tres semanas. La lengua llega con un cuentagotas.

Hoy es el décimo aniversario de la Comunidad de l Arche en Slovenia, Barka Slovenia.

Por la mañana Metod, Slavko, Cristina e Irene han tenido, como de costumbre, taller. Nace ha ido a cocinar a la otra casa. Mónica tenía la mañana libre. Hervé andaba de un lado a otro. Para la cena de hoy han venido a cocinar a esta casa Oodil y Manas -o Mansa, o algo así,no me aclaro con el nombre. La primera una señora que puso los cimientos de la Comunidad. La segunda, antigua también, miembro del Consejo.

Después de limpiar escaleras-sálón-baños he inflado globos mientras escuchaba la conversación entre las dos cocineras.

Ahora ya están colgados y explotan con facilidad, los inflé demasiado y el calor los dilata. De repente se oyen explosiones. De repente, pero ya no asustan.

Hay un rato libre antes de continuar:

- ¿Una hora? -he preguntado a Hervé

- No, no tanto... A las 15.05 tenemos que vestir a la gente.

Hervé es un bretón responsable de la casa. Tiene un bebé muy divertido que se llama Jeremiah y una guapa esposa eslovena.

¿Un alto en el camino? Tengo mucho mucho que aprender. Por ejemplo a desentenderme de mis vaivenes y enamoramientos, a no temer ni buscar los dramas.

Ella es la responsable de toda la comunidad. Un mujer admirable.

Tengo una cinta de U2 que escucho cada vez que puedo. El cuarto está cada vez más desordenado y alguna parte de mí se enorgullece de ello. Niñadas.

Sigo trabajando la pintura de la mujer entrando en mi habitación de París. A veces me gusta, a veces me desespera.

El cuarto huele a aguarrás. Duermo en la planta baja. Las puertas vecinas dan a lugares muy diferentes:

- el cuarto de las lavadoras

- el almacén de comida

- el cuarto de la tele

- ¿electricidad?

- nevera y trastos

- trastos s.s.: aún no está acabado el baño de esta planta.

- y otra habitación. Antes dormía allí Mónica pero ahora está en la planta superior y, estos días, la habitación la ocupa María no-sé-cuántos, máxima responsable de l arche en el este de Europa. Fue a ella a quien escribí preguntándole por las necesidades de l Arche por estas regiones. Ella redirigió mi email a Mateja.

Entre ayer y antes de ayer me fui de excursión y mientras construía una especie de tienda con helechos y ramas -temía la lluvia- oí los pasos de un animal y temí sus ruídos… como ladridos malformados. Yo creo, por la forma que tenía de moverse, que era un oso, pero aquí me dicen que es imposible. Tal vez un jabali.

El fin de semana, en Novo Mesto, Matej me contó que en este país hay una cantidad ingente de osos y en aquellas regiones del sur no es raro encontrarlos. Me narró la historia, desde el porche de la choza vecina a su viñedo, que, allí abajo, allá en el valle hacia donde todos los viñedos caen... Allí una vez habían visto los vecinos a una madre y a su niña paseando y, cercano a ellas, cercano desde aquella distancia, desde las alturas que caen al valle, vieron miedo a un oso. Gritaron, gritaron todos los vecinos y ella se puso a salvo bien a tiempo. Matej era muy pequeño pero aquello le impresionó. Imagino que estaría con su padre, quien ya ha fallecido. Ahora vive con su madre y su perro Ul. El perro es humano, tiene unos ojos castaños muy bonitos.

Quedan dos minutos para la hora acordada. Desde mi ventana veo el coche de Hervé, que venia y se ha parado un momento para charlar con Mateja que le venía al encuentro y a quien yo seguía con la mirada.